Como padre de un bebé, sabes lo valioso que es el sueño, no sólo para tu pequeño, sino también para ti. Se tarda un tiempo en crear una rutina de sueño constante, así que una vez que se consigue no querrás hacer nada que la interrumpa. Por desgracia, como los padres descubren rápidamente, la mayoría de los bebés sufren una regresión del sueño. Puede ocurrir con relativa rapidez y dejarte con la espina clavada de tener que buscar respuestas y un plan para afrontarla.
Para ayudarte a superar esta etapa, te contamos cinco cosas que debes saber sobre la regresión del sueño en los bebés. Te ayudarán a volver a la rutina y a conseguir que todos vuelvan a dormir.
Prepárese y sepa cuándo esperar una regresión del sueño
El primer consejo es estar preparado y ser realista sobre cuándo suele producirse la regresión del sueño. Es muy normal que ocurra alrededor de los cuatro meses. Aunque puede parecer increíblemente perturbadora y hacer que tu pequeño y tú estéis un poco irritables por la falta de sueño, no te preocupes porque es temporal. Esto significa que, aunque no hagas nada ni cambies nada, acabará corrigiéndose solo.
Sin embargo, la mayoría de los padres no se van a conformar con esperar, ya que saben lo importante que es el sueño para el bienestar y el crecimiento de su bebé.
Establece una rutina de sueño regular y cíñete a ella
Si todavía no has establecido una rutina de sueño para tu bebé, ahora es el momento de hacerlo. Pero no basta con establecer una rutina, hay que cumplirla. La misma rutina de sueño debe aplicarse a las siestas diurnas y a la hora de dormir. Es normal estar ocupado y que tu horario se altere, pero durante este período de regresión del sueño, debes evitarlo en la medida de lo posible.
Algunas de las cosas que tu rutina de sueño puede incluir son la hora del baño, darle de comer, leerle un libro, cantarle una nana, cambiarle el pañal, etc.
Asegúrese de que la habitación de su bebé favorece el sueño
El entorno en el que duerme tu pequeño también desempeña un papel importante. Debe ser cómodo y favorecer el sueño. Hay varias medidas que pueden ayudar a conseguirlo. Éstas son algunas de las principales que puedes adoptar:
- Asegúrate de que la temperatura del dormitorio sea fresca pero agradable. Si hace demasiado frío o demasiado calor, afectará a la capacidad del bebé para dormir cómodamente.
- Elige ropa de dormir que sea cómoda, transpirable y seguro para ellos. Como no es seguro poner mantas en la cuna del bebé, un saco de dormir es una gran opción. De este modo, los brazos del bebé estarán libres y el resto del cuerpo caliente y cómodo en el saco de dormir.
- Las máquinas de sonido o de ruido blanco pueden ayudar a tranquilizar a los más pequeños y a adormecerlos. También pueden ayudar a ahogar los ruidos del resto de la casa, evitando que se despierten con ruidos repentinos.
- Mantén la habitación a oscuras mientras duermen. Las cortinas opacas son una buena opción, ya que bloquean la luz incluso en los días más soleados.
Sé consciente de las señales y los signos de sueño de tu bebé
También tendrás que convertirte en un maestro de la lectura de las señales de sueño. Existe un punto óptimo en el que, si lees las señales correctamente, podrás acostarlo a la hora exacta. Si esperas a que tu bebé esté demasiado cansado, es probable que la siesta o la rutina de acostarlo no se desarrollen con fluidez ni tengan éxito.
Si es tu primer bebé, es posible que no sepas cuáles son las señales del sueño. Algunas de las más comunes son los bostezos, la inquietud, frotarse los ojos, no estar tan activo, tirarse de las orejas, apretar los puños y chuparse los dedos, por nombrar algunas. Cada niño es único, así que debes conocer sus señales específicas.
Mantén a tu hijo activo durante el día
El último consejo es que mantengas a tu hijo activo durante el día, entre siesta y siesta. A los cuatro meses, tu bebé empieza a ser mucho más consciente de lo que le rodea. Es un buen momento para introducir juguetes apropiados para su edad, mordedores, lecturas, canciones y mucho más. La idea es que, manteniéndolo activo durante el día, esté lo bastante cansado para dormir bien por la noche.
Por otro lado, la actividad debe reducirse al mínimo al caer la tarde. No hay que excitarles demasiado. La rutina de acostarse puede empezar mucho antes. Para ayudar a mantener la calma por la noche, puedes utilizar una voz más suave, atenuar las luces y eliminar el tiempo de pantalla.
Ambos lo superaréis
La buena noticia es que, aunque la regresión del sueño puede ser muy perturbadora, pasará. En general, dura entre dos y seis semanas, y después tu bebé pasará a la siguiente etapa y desarrollo. El objetivo debe ser superarla con el mayor éxito posible. Esto implica ayudar a tu pequeño a adaptarse a una nueva rutina de sueño y asegurarse de que descansa lo que necesita.